Cosas de locos VIII
Hoy he recordado algo y al contarselo a Jorge ha decidido que era una tontería, pero una tontería nada tonta y cargada de belleza. Y así hemos inaugurado un nuevo concepto.
El recuerdo era sencillo, nos habíamos olvidado del tiempo y casi descubrimos que es una bonita manera de pararlo. Al cabo de las horas aun era de día, o tal vez volvía a ser de día y en la terraza la temperatura era casi perfecta.
- ¿Me ayudarás a cambiar el mundo?
- Hecho
- Así será mucho más fácil.
Nunca nada me había parecido tan tonto y tan real.
Luego hicimos café para empezar...
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