30 agosto, 2005



Nocturnos VII

Te miro a través de la copa de vino y podría creerme que estas dentro, nadando en rojo. No puedo evitar insinuar una sonrisa cuando me percato de la perfecta sincronía entre la aparición de un peligroso hoyuelo en tu cara, y el desprendimiento repentino de un botón de mi camisa. Por ahora prefiero esperar y cocer a fuego lento el canal que nos une. Al fin y al cabo siento un placer algo masoquista al planear cada una de las cuatro esquinas de tu cama como si de fronteras se tratara. Te he robado esta noche sin que te dieras cuenta los planos topográficos de tu cuerpo y ya no hay poro que no sepa de memoria.

En cuanto encuentre el botón empieza la travesía, espero haber aprendido a nadar para entonces...

29 agosto, 2005



Síndrome del hormigón

Pena de arrastre,
Pena de domingo sin mañana,
Pena negra algo Lorquiana,
Pena que huele a pasado
de los mercados cerrados,
del apagón de los cines,
pena de los patitos feos
de los pantanos sucios.

Pena de las puertas cerradas
sin gemidos dentro,
pena de los príncipes de mis cuentos
que no llegan a violetas,
de las calles que no has visto,
de los bares que no cerramos,
pena de camisa que aún no has
arrancado.

Pena,
y la tarde avanza.
Pena,
y me duermo entre tus brazos
dibujados en el aire,
y respiro grandes y asfixiantes bocanadas...

de pena.

10 agosto, 2005


Malabarismos

Pellizco indoloro pero con leve cosquilleo,
parpadeo preciso en tiempo y espacio,
ciencia exacta del cuerpo a cuerpo
enturbiada por extraños constructos:

¿amor?
¿belleza?
¿recuerdo?
¿deseo?

Nostalgia de lo venidero,
saliva bajante,
hinchazón del estribor cardíaco.
hechizo inconcreto
de concreto sabor agridulce.

La demencia es a la carne
lo que la cordura a la belleza.

¿Y la felicidad?

...en la cuerda floja

05 agosto, 2005



Nueva fe

Hay un hombre arrodillado en el desierto
rezándole a la tierra
Porque se le acabaron los dioses,
los titanes, los supremos,
en fin, las divinidades

Hay un hombre cansado en el desierto
rezándole al agua
Se le vendieron los grandes
A los señores de la guerra, los poderosos,
En fin, al capital

Hay un hombre que son muchos
rezándole al pequeño,
al sencillo, al diminuto,
al que pregunta en el norte
y al que lucha en el sur.

Hay un hombre en el desierto
En fin,
rezándole al hombre.

03 agosto, 2005


Nocturnos VI


Cen�bamos cerveza, a la vera de un viejo sof�. Que poca habitaci�n para tanta gente, todav�a caen gotas de sudor por nuestras frentes. La poca luz que nos brindaba un cansado flexo proyectaba una extra�a sombra en la pared.
- Pareces un unicornio- te dije
- Que est�pida forma de no creer en los cuentos- Respondiste
Pero el enga�o rezumaba por cada poro de tu piel.
Recuerdas c�mo abr�amos mojado la tierra con nuestros cuerpos aquella noche? Todav�a guardo trazas de tu saliva por toda mi memoria. Habr�amos quemado todos los templos a golpe de gemido, y yo sin mucho �xito te tapaba los labios a besos para no despertar a toda la ciudad.
Hay noches que valdr�an como vidas� Es una l�stima que en aquel sof� yo no creyera en los cuentos.