23 octubre, 2010

Efímeros XIII







En tanto que finitos
nos dedicamos a los vértices.
En tanto que complejos
nos dedicamos a la belleza.
En tanto que obtusos
nos volcamos en la palabra.

Mojado el suelo, alejados ya los truenos,
invertidos los tiempos del deseo,
descoyuntados los ángulos y las prisas.

Necesitados de una nueva física,
las palabras se alejan con los vértices.

Solo el tacto nos sirve ya como guía.
Solo en el tacto la palabra.
Solo en el tacto la belleza.

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