30 agosto, 2010

Cosas de cuerdos V


Hoy ha subido al escenario de nuestro antro un chico con barba de dos días y algo tostado por el sol. A todos nos ha recordado a alguien. Ha sido extraño porque era como si en otro tiempo hubiera sido una más de los nuestros. He mirado a Jorge y mientras asentía con la cabeza ha susurrado: -“¡One of us!”

El caso es que nadie ha sabido decir a quien nos recordaba, ha cantado como si fuera la primera y la última vez que se subía al escenario, y mientras tocaba los acordes del maestro, todos hemos visto una lágrima que acababa escondiéndose bajo la barba.

Al acabar su recital le hemos invitado a sentarse en una silla que habíamos escondido hábilmente a nuestro lado. Hemos compartido copas de vino blanco y algunas sonrisas tímidas. Al preguntarle por su aire melancólico y su intensidad solo ha construido una frase, justo antes de levantarse y salir guitarra en mano.

- Es bonito que lo que empieza en una isla termine en otra isla.

1 comentario:

Cristina dijo...

esa canción va a seguir siendo mía.
no puedes robármela. ni esconderla debajo de la alfombra.

y sí, es bonito que se cumpla lo de los círculos, aunque ahora parezca una broma de mal gusto.

se libre en esa isla. y vuelve con ganas de reencontrate con cosas que ahora no tienes fuerza ni de mirar.