16 junio, 2009


Cosas de locos V




Ana es una profesional de la locura. Siempre se sienta delante del escenario cuando las guitarras descansan antes de un concierto. Dice que le gusta mirarlas cuando no las toca nadie, que es cuando mejor suenan. Cuando tienen acumulados bien dentro los acordes que sonarán más tarde. Los poemas que improvisadamente el loco de Nacho recitará, las palabras que resbalarán. Ana mira las guitarras en silencio mientras da pequeños sorbos a un vaso de pacharán.

Ana ve una conspiración en cada esquina de la realidad. Aún asegura que el hombre no ha pisado nunca la luna, porque la luna jamás se dejaría pisar. Dice que Barcelona en realidad es una isla, la más pequeña de las baleares, que se perdió una noche de tormenta y fue a topar de frente con dos deltas y allá se acomodó hasta el día de hoy. Ana nunca sale de la ciudad, porque asegura que cualquier noche de tormenta la isla se vuelve a perder i amanece entre las Pitiusas. Ana quiere estar en la playa cuando eso pase.

La miro desde esta silla y me parece la persona más enajenada del país, que también es belleza en estado puro.

Ana está loca, pero sonríe como nadie…

No hay comentarios: