28 marzo, 2012




El amanecer de un día de huelga es como el principio de un poema que está por escribir. Deja el ordenador y sal a la calle...


Quiero una huelga donde vayamos tod@s.
Una huelga de brazos, piernas, de cabellos,
una huelga naciendo en cada cuerpo.
Quiero una huelga
de obrer@s de palomas
de choferes de flores
de técnic@s de niños
de médicos de mujeres.
Quiero una huelga grande,
que hasta el amor alcance.
Una huelga donde todo se detenga,
el reloj las fábricas
el plantel los colegios
el bus los hospitales
la carretera los puertos.
Una huelga de ojos, de manos y de besos.
Una huelga donde respirar no sea permitido,
una huelga donde nazca el silencio
para oír los pasos del tirano que se marcha.
Gioconda Belli

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