De puros y neutrales
He llegado con cierta vergüenza a la taberna. Me he deslizado por la puerta, queriendo ser nada que no perturba el ambiente, pero una vez más he confirmado que soy corpóreo, y la gravedad ha hecho el resto. Mi peso sobre la madera del suelo me ha delatado a los ojos de Jorge, que ha clavado su mirada, entre cariñosa y dura.
- Ah! pelotudo! Así que seguís vivo... Ya andaba llamando a los cementerios para encargarte unas flores...
- Ha hecho mucho frío este invierno Jorge... demasiado, hasta para este refugio.
- No vas a contar no?
- ...
Al llegar a la barra me he dado cuenta que alguien cantaba a la guitarra un poema de Celaya y me ha parecido una bella manera de retomar mi rincón de las servilletas garabateadas. Luego, justo al tomar el bolígrafo me he puesto triste y me he acordado de las palabras que un día me dijo Jorge.
- Desconfía de los neutrales tanto como de los puros.
Y he empezado a escribir una canción de amor, que dura seis minutos...
1 comentario:
Piensa que la primavera está a la vuelta de la esquina...
Besotes! Cuídate.
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