Bienvenida al otro lado de la noche
Podría mentirte y contarte que soy el protagonista de esta tragicomedia, pero prefiero ser sincero. Aunque siendo rigurosos a este lado del espejo abolimos verdad y mentira tiempo atrás.
En realidad soy un loco más brincando por las páginas de tu fantasía, pero me gusta el tono que le has dado a tu cielo, el color de tu atardecer. Me gusta también como me recuerdas en tu sueño, en realidad soy un poco más bajo y no tan dotado. Lo que realmente has bordado es el color de mis ojos, y mis manos, has conseguido moldear mis manos a golpe de recordar caricias.
Tus pensamientos podrían ser una oda a la incredulidad. Aquí dentro no me engañas, en realidad nunca te lo creíste, pero no te culpo, todos hemos estado intoxicados alguna vez. Me gusta como huele tu pesar, ese aroma tiene algo de dulce de melancolía pero no llega a asfixiar. Que detalle que me hayas dejado preparado algo de chocolate, hasta te acordaste del papel de fumar!
Si no te importa, mientras me dejo llevar por el humo me iré despojando de tu historia, no lo tomes a mal pero me estás olvidando, lo noto en el color blanquecino casi transparente de mi piel y hay otros sueños que reclaman la noche de este duende. Por cierto, te anclaste en tu pesadilla, allá fuera ya es primavera y en tu mente sigue haciendo un frío de mediados de Agosto.
Cuídate y olvídame hasta donde puedas
Un beso,
El (que alguna vez fue) duende de tu sueño.
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