31 marzo, 2009

de intenciones...


Escribo esto bajo la lluvia, porque la primavera llegó a principios de febrero y como acto de incombustible militancia de la belleza no pienso tener techo hasta que vuelva el sol a la ventana. No pienso dejar de mojarme hasta que vuelvan las fotos en blanco y negro a las paredes. No pienso dejar de pisar los charcos hasta que se sequen.

Mientras tanto escribo, sentado en una vieja silla bajo la lluvia, esperando la casualidad de mi vida…

26 marzo, 2009

Cosas de cuerdos I

La cordura es la viruela del siglo XXI. Es una mala clase de anestesia vital.

Hay un brote de cordura que está arrasando la ciudad y creedme, es una amenaza para la primavera y para los cuentos que se cuentan antes de ir a dormir. Es una amenaza para el vino blanco y para las canciones bellas. Es una amenaza para los cines medio vacios y para el té con menta. És una amenaza para las islas que marean y para el sexo de los locos.

Ante tal amenaza en la taberna descolgamos los muebles de la pared, empaquetamos los miles de poemas que cuelgan en las paredes, nos abrazamos fuerte y nos despedimos, cada uno por una calle distinta. Hasta que una noche de verano nos vuelva a unir y aceptemos la locura como única vía válida para salvarnos de los principios y finales.

Al salir por la puerta me parece ver a Jorge llorando, le abrazo con fuerza y le digo:

-          Los dos sabemos que habrá final feliz.  Abrígate que fuera vuelve a hacer frio…

21 marzo, 2009

Beat delirium

Al cruzar el umbral de la puerta el espacio-tiempo me la ha jugado. De pronto estoy en una taberna mucho más antigua, En un tocadiscos viejo suenan los grandes del Bebop. Me dejo llevar un segundo por las notas entrecruzadas y reconozco el piano de Monk y la batería de Blakey. En un rincón de la pared cuelga un texto enrollado y amarillento e identifico a Kerouac o su alter ego Sal rezando: “Con la aparición de Dean Moriarty comenzó la parte de mi vida que podría llamarse mi vida en la carretera” lo cual hace que empiece a dudar seriamente sobre mi estado de conciencia.

¿Estaré despierto? Todos mis sentidos contestan afirmativamente la pregunta, pero si es así, ¿porqué estoy contemplando desprotegido y en una pared familiar el rollo mecanografiado “On the road”? No puede ser el original.

Pido una cerveza fría y me quedo en la barra. De pronto alguien grita desde una mesa. Me parece reconocer a Ginsberg insultando a modo de poema dramatizado a sus compañeros de mesa que tienen un peligroso parecido a Cassady y al mismo Kerouac. Desde otra mesa alguien tira un vaso por los aires que aterriza directamente en mi cabeza.

Fundido a negro.

Me despierto corriendo por la calle, la temperatura es agradable y llevo una botella de Jack Daniels en la mano. A mi alrededor caras conocidas, amigos corriendo a mi lado y riendo a carcajadas. ¿Por qué llevamos sombrero? Jugamos a pisar una baldosa de cada tres y nos empujamos unos a otros.

Alguien grita algo sobre la ruta 66...

Acabamos todos en el suelo, sin parar de sonreír...

De pronto alguien empieza a recitar:

 

SOÑE...

Soñé que vivía en un lugar sin domicilio
Perdido y solo andaba yo
La gente me miraba sin verme en el espacio
Y pasaban de largo con ojos de piedra
                                           

                                         Allen Ginsberg

04 marzo, 2009

Cosas de locos IV



Que manera de asaltarme de madrugada sin llamar si quiera a mi puerta. Que falta de respeto a la belleza recibirte en calcetines por mucho frio que haga. Que elocuente e inútil verborrea de ideas se apodera de mi de madrugada. Tantas son que martillean mis sienes, como queriendo huir todas a la vez. Que desperdicio de verbo para no decir nada del todo, para reafirmar que la tierra es circular (que no esférica).

Uno se despierta de golpe una madrugada y siente la certeza como un hachazo en pleno encéfalo. Ya no queda ni un gramo de cordura y uno ya es libre de uno mismo.

¿Será porqué ha llegado la primavera?

 Hay que estar muy loco para no salir a bailar a la calzada…

*Nota mental:  Pasando rato cerca todo se simplifica, pero tiene que ser muy cerca.